4 dic 2012

Ecoturismo en Yucatan


El desarrollo de las industrias tanto tecnológicas como turisticas nos ha demostrado con el paso del tiempo increíbles avances en todas las materias que nos permiten ser testigos de objetos y situaciones cada vez más sofisticadas. Sin embargo comprobamos cada vez más que el mejor progreso de todos es el que implica una mayor conciencia hacia el cuidado de la naturaleza que es la proveedora de todo el material que posibilita tanto la materialización de las ideas como las mismas ideas. Justamente por ello sería bueno que cada industria pueda hacer un anclaje en estas normas básicas de respeto por el medio ambiente y su diversidad para tener entonces productos no solamente útiles sino de larga duración y que promuevan una mejor calidad de vida.

Esto es lo que intenta hacer el llamado ecoturismo, una forma de realizar actividades de índole turísticas que tienen como fin el conocer y el explorar nuevos lugares pero desde una óptica respetuosa del medio que nos rodea y que intenta más que nada contemplar y conocer evitando en todo momento modificar los escenarios.

Si bien pasaron muchos años para que podamos aprender este tipo de cosa lo importante ahora es que en los grandes centros turísticos del mundo se estén implementando estos cambios como sucede también en el sureste mexicano, donde podemos apreciar un gran crecimiento del ecoturismo en Yucatán.

El principal atractivo de este estado que forma parte de la Península que lleva su mimos nombre es, justamente, la naturaleza, por lo cual es fundamental implementar políticas ecológicas que acompañen cualquier tipo de explotación turística del lugar pues más allá de lo necesario que resulta como parte del sentido común, es una forma de preservar la fuente de trabajo de muchos yucatecos.

Parte del ecoturismo en Yucatán es por ejemplo la realización del Festival de Aves Toh que se realiza ya hace más de 10 años desde el mes de mayo hasta el mes de noviembre y que tiene por objetico la contemplación de las más de 465 especies de aves que surcan el aire de este estado, algunas típicas del lugar y oras provenientes de los países que comenzaron a transitar el invierno.

Yucatán es un lugar ideal para poder realizar esta actividad porque naturalmente se encuentran en él más de la mitad de las especies de aves de toda la Península, además de tener una rica biodiversidad vegetal y marina, que es parte de lo que atrae a las hermosas aves de distintos tamaños y colores, quienes además de refugio encuentran en estas tierras el alimento necesario para sobrevivir.

Además, Yucatan nos brinda la posibilidad de conocer diferentes reservas de vida silvestre como la de Rio Lagartos que se encuentra a 3 horas de camino de la ciudad de Mérida, capital del estado.

Se puede conocer también como parte de todas estas actividades tendientes a respetar la naturaleza pero al mismo tiempo admirarla los cenotes del pueblo de Cuzama en el que apreciaremos el hermoso espectáculo del agua turquesa llenando las depresiones geológicas y nos asombraremos con ese paisaje que además nos muestra estalactitas y que nos llena de emoción y de paz.

Los manglares de San Crisanto es otra de las opciones del ecoturismo en Yucatán que nos muestra la fisonomía natural típica de la zona en un pueblo pesquero que nos brinda todo el encanto no solamente de sus paisajes sino también de sus amables pobladores, al que se puede llegar tomando la carretera Mérida – Progreso que es también una forma de conocer mientras viajamos y podemos apreciar los hermosos paisajes en los que la selva parece querer invadir las rutas.



El ecoturismo promueve también el hecho de aplicar nuevas “normas” de conciencia a prácticas antiguas como por ejemplo la pesca deportiva que tiene un gran número de adeptos en esta región dada la confluencia de aguas que permite una enorme variedad de peces. Lo que se busca no es impedir esta actividad que fue durante muchos años la principal fuente de subsistencia de los pobladores, antes del auge turístico, sino por el contrario fomentar una práctica más amigable hacia el entorno invitando a los pescadores a devolver el pez al agua una vez capturado, de manera tal que no solo encuentren la satisfacción de haber hallado una presa difícil sino también de no provocar ningún daño ni cambio en la población marina y poder entonces seguir durante mucho tiempo practicando este deporte.

Como podemos ver, son varias las maneras de incorporar hábitos más concientes a nuestras visitas mientras conocemos, parte fundamental de toda tarea que busca un cambio: aprender y luego repetir la acción mientras enseñamos a los demás.

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