México es un terreno inagotable de bellezas
naturales que parece ofrecernos algo nuevo en cada kilómetro que recorremos de
su mapa. Por donde quiera que vayamos, en cualquier costa y al interior mismo
de sus estados, los paseos, los pueblos mágicos, las lagunas, los cenotes, los
ríos, las sierras, las selvas espesas, las ruinas históricas, las casas
coloniales y hasta la gigantesca ciudad. En todo hay algo hermoso que vale la
pena detenerse a mirar, a conocer, a fotografiar.
No podemos visitar Mexico y volver a nuestros
hogares exactamente iguales. Hay algo que cambia, cierta percepción, el haber
probado sabores nuevos que luego vamos a añorar, los aromas levantándose desde
cada casa y cambiando de acuerdo a la altura del territorio.
Sabemos de memoria los destinos turísticos que
todos los viajeros del mundo anhelan y que se ocupan de visitar apenas pueden,
pero hay otros que quizás no sea tan conocidos y que son igualmente bellos. Un
ejemplo de esto es el Río Hardy en Mexicali, en el extremo norte de todo el
territorio mexicano.
Mexicali es la ciudad más importante y la capital
del estado de Baja California, uno de los que componen la península norteña
mexicana y que también reciben al año numerosas visitas, especialmente de los
Estados Unidos, el país vecino, por su cercanía e inmensa belleza.
El Río Hardy es un paisaje natural formado por un
cauce que puede ser navegado y que de hecho es el único con esas
características en todo el estado ya que si algo es característico en Baja
California, además de las altas temperaturas en verano que superan el promedio
nacional, es le escasez de recursos hídricos y de precipitaciones.
Esto hace que el Río Hardy sea importante no solo
como recurso natural sino también como una atracción turística para propios y para
los visitantes que se encuentran recorriendo los atractivos de Mexicali.
La longitud de este río alcanza unos 26 kilómetros a cuyos
alrededores se pueden conocer nada menos que unos 18 sitios turísticos a modo
de campos en los que se ofrecen diversos servicios para aquellas personas que
se encuentren navegando o que simplemente hayan llegado ahí por vía terrestre
para disfrutar del paisaje.
Las actividades en torno a un río o espejo de
agua siempre tienen ese encanto natural que no requieren que estemos nadando en
él o surcándolo en algún tipo de nave acuática para poder disfrutarlo.
Simplemente podemos sentarnos en alguna silla que hayamos llevado como parte de
nuestro plan de picnic o en algún lugar destinado a ello dentro de los
distintos campos a las orillas del Río Hardy.
Una vez allí podemos contemplar el hermoso
paisaje de esa fuente de vida que es el agua, la gente que disfruta realizando
deportes acuáticos o paseando en lancha o bote y ver cómo va cambiando el cielo
de color y el sol se va perdiendo con el hermoso paisaje de fondo de las
sierras que se levantan y parecen compartir con nosotros esa postal tan bella.
Si nos atrevemos, qué mejor que probar suerte con
alguno de esos deportes que tanta gente atrae hasta el mismo Río Hardy. Pasear
en las lanchas o elegir el punto adecuado y practicar la famosa pesca deportiva
que nos mantendrá entretenidos un buen rato.
Tan solo con llegar hasta los márgenes del Río
Hardy comprendemos porqué es uno de los más visitados atractivos en Mexicali y
es que además del mero disfrute del paisaje y de las actividades deportivas,
también podemos realizar una intensa observación de la vida silvestres, de la
fauna y de la flora del lugar, lo que se convierte en una actividad más que
conveniente para realizar con nuestros hijos ya que los más pequeños suelen ser
los más respetuosos de la naturaleza y adoran conocer nuevos animales y plantas
mientras nos enseñan lo que han visto en la escuela. Este tipo de observación
es también una buena idea para los amantes de la naturaleza y para los
fotógrafos que hallarán en este sitio innumerables tomas con que practicar
hasta elegir la mejor.
Y si usted es un viajero que se encuentra
explorando todas las maravillas que tiene para ofrecerle Baja California, qué
mejor que completar la experiencia con una actividad típica, singular y
bastante interesante en el mismo Río Hardy. Estamos hablando de comer ancas de
ranas, una de las cosas que suelen hacerse cuando se llega a este lugar.
tendremos entonces la posibilidad de probar algo extravagante porque,
admitámoslo, no todos los días se comen ancas de rana aunque no sea tan raro
como se lea, en un lugar particular, único dentro de todo el estado, un lugar
que los mismos mexicalenses valoran mucho por la importancia que reviste tener
una fuente de agua para la ciudad y el estado y además tener de manera gratuita
un lugar que nos permite el esparcimiento y la educación ambiental al estar en
contacto con las diferentes especies que viven allí.
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