San Juan Bautista Tuxtepec es la ciudad que se ubica entre las más pobladas del Estado de Oaxaca. Tuxtepec es el principal centro urbano de la Región de la Cuenca del Papaloapan, la cual posee una gran actividad financiera y comercial.
En su territorio se entremezclan legados históricos de diversas procedencias. Allí donde se mixturan las culturas prehispánicas que tienen mucho para decir del Imperio Azteca, fundamentalmente; con historias propias de las épocas de campañas colonizadoras provenientes de España, con todas sus tradiciones del llamado Viejo Continente. La historia del lugar es extensa, compleja, contradictoria inclusive. Por ello, no pretendemos desde este espacio más que una pequeña referencia para entender que en sus suelos se generaron importantes procesos de tipo revolucionarios. En el siglo XVI, época del mal y nada inocente llamado “descubrimiento”, la cultura española y la religión católica, fundamentalmente, comenzaron acciones para convertir a los nativos al catolicismo. Luego de la colonia y el Virreinato, se emprende un proceso hacia la independencia, declarada finalmente en 1810, generando una profunda reforma social. Fue un comienzo.
Lo cierto es que la cultura, en este caso, aquí y en todas partes, no es jamás un paquete cerrado, por el contrario, su marca constitutiva es la heterogeneidad, lo híbrido, las mixturas, y por esto también, su permanente poder de verse modificada.
En Tuxtepec, si se recorren sus espacios, si se caminan sus veredas y sus calles, podemos notar la manera en que la ciudad misma nos emite un mensaje acerca de un pasado que se encuentra aún vigente, un pasado que lo identifica como un lugar unico en el mundo, un sitio lleno de narraciones que comunican ese inmenso legado que conlleva la ciudad y que se expresa en sus instancias materiales. La arquitectura y las obras escultóricas y de diseño, nunca son realizadas azarosamente, pues, por el contrario, se entienden únicamente en el contexto en el que son realizadas y retocadas. En este sentido, la Catedral San Juan Bautista es una de las obras que podemos hallar en esta ciudad y que remiten a la religiosidad pasada y actual de la misma.
La catedral atravesó por varias etapas hasta alcanzar finalmente su forma actual, tal como la podemos apreciar. La primera construcción se realizó en 1535 y se dio por finalizada hacia 1574. El edificio era sencillo y más bien algo austero. Tenía tres naves y amplios muros y pilares de cantera, un material típico de la región. La techumbre estaba realizada con viguería y con teja, y de frente, la rústica e inmensa portada llamaba casi toda la atención. En el año 1667, la autoridad eclesiástica comenzó a construir bóvedas para ubicar en las naves, en la sacristía y en la sala capitular. Posteriormente, en 1682 se desarrollaron las capillas laterales. Diez años después de un voraz temblor, en 1724 se emprendió la reconstrucción de la catedral adoptando la infraestructura que se puede ver en la actualidad.
Las construcciones son testimonios y nos comunican cosas que están mucho mas allá de su inmediata materialidad. La arquitectura connota huellas históricas, y depende de nosotros valorar su significado, para aprehender algo más sobre el territorio en donde nos hallamos, algo más sobre elementos que de alguna manera, también nos constituyen.
B.Nocioni.
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