La llegada de los españoles a México implicó la imposición del cristianismo, muchas veces a la fuerza, como religión y así comenzaron a rendirle culto a las imágenes que les mostraban los españoles como símbolo de religiosidad.
Y si hablamos de imágenes religiosas una de las más importantes es la de la Virgen María, madre de Jesús. Una de las representaciones con las que se manifiesta este personaje místico es como Virgen de la Asunción y tiene en el calendario cristiano una fecha dedicada a ella: el 15 de agosto, Día de la Asunción de la Virgen a los cielos.
Por la característica del pueblo mexicano mencionada anteriormente, son muchas las celebraciones que se realizan para venerar a la Virgen, entre ellas se destaca la que se realiza en Aguascalientes y que comienza semanas previas al 15 de agosto, para culminar ese día en una fiesta multitudinaria.
Aguascalientes es uno de los 32 distritos que tiene México y se ubica en la región centro-norte del país, limitando al norte con el distrito de Zacatecas y al sur con Jalisco. Su nombre proviene de las aguas termales que fueron descubiertas en su territorio. La capital del estado lleva el mismo nombre y se distancia 480 kilómetros al noreste del Distrito Federal, contando con una población superior a los ochocientos mil habitantes.
Esta ciudad se caracteriza por realizar trascendentes fiestas populares, como lo son por ejemplo la Feria de San Marcos entre abril y mayo o el particular Festival de las Calaveras entre octubre y noviembre. En el medio de estas dos fiestas se lleva acabo la Romería de la Virgen de la Asunción el 15 de agosto, iniciada en el año 1955 tras una propuesta hecha por el Obispo Salvador Quezada Limón.
La romería en realidad se suma ese año a las celebraciones que ya se venían haciendo en honor a la Virgen desde 1741 por iniciativa del Dr. Don Juan Gómez de Parada. Se une a ella, previamente a la Romería, el Quincenario el cual consiste en una serie de peregrinaciones desde diferentes puntos pertenecientes a la Diócesis de Aguascalientes la principal responsable de la organización de los eventos festivos.
La sede metropolitana de la Diócesis que se hace mención es la catedral Basílica de la Asunción de María, justamente allí se encuentra la imagen de la Virgen de la Asunción apostada en el ciprés del recinto. La misma no es la original sino que es una traída de España en 1919. La imagen verdadera esta situada en el pueblo de “Los Azulitos” de Jalisco.
Los festejos se inician la semana anterior al día de la Asunción organizados por el obispado ubicado en la ciudad y que involucra a todas las parroquias que de el dependen. Es por ello que Aguascalientes los primeros días de agosto se puebla temporariamente por gente de la región, provocado esto por las peregrinaciones que llegan por ejemplo desde la ciudad de Jesús María a caballo o en carros o el recorrido que realizan los niños hasta llegar a la Basílica.
Entre las procesiones previas se destaca la que desarrollan los choferes de los variados vehículos, como ser tráileres, camiones camionetas pick up p taxis, y que viene haciéndose hace 40 años. Los autos tienen su punto de partida en la calle Héroe de Nacozán y entran al centro por la avenida Francisco Madero. Lo peculiar que posee esta demostración de fe es que en su trayecto suena y resuena constantemente el claxon (bocina eléctrica) con el objetivo de anunciarle su llegada a la Virgen. En la calle Moctezuma (la continuación de la Madero porque ésta cambia su nombre) los espera el Obispo de la ciudad para darle la bendición.
Esta manifestación de los fieles ya va preparando a los pobladores, y especialmente a los visitantes, para lo que será la festividad de la Romería de la Virgen de la Asunción. Durante las tres horas aproximadamente que dura el acto central (más o menos entre las siete y las diez de la noche), un promedio de 40 mil personas llega cada año expectante de las propuestas que ofrecen los organizadores.
Estos últimos proponen todos los años una temática diferente sobre la cual los participantes activos, básicamente los integrantes de parroquias u órdenes pertenecientes a la Diócesis de Aguascalientes, preparan carros alegóricos a ella que generalmente son patrocinados por empresas locales. La idea es demostrar escenas de pasajes artísticos, como ser por ejemplo representaciones de la unión familiar, de enfermedades o del sacrificio de Jesús.
Los carros son acompañados por un gran contingente de personas llegado de diversos lugares, que mientras se hace el trayecto para derivar en la Basílica, van apreciando las representaciones alegóricas. Se destaca, mezclado entre los espectadores, un grupo de bailarines que interpreta la danza de los matlachines (parodia de las danzas guerreras de la antigüedad) como también otros bailes característicos.
Así Aguascalientes ofrece cada año esta festividad religiosa que intenta involucrar desde la participación activa, a las personas para que se interesen o intensifiquen su culto a los santos, en este caso especial al de la Virgen de la Asunción.
Betiana Ferrero
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